Es el segundo ciclo del Renacimiento en Italia, desarrollado durante el siglo XVI. El Cinquecento mantuvo ciertos aspectos característicos del Renacimiento, aunque también se dan algunas transformaciones; sin embargo, ambos coinciden en continuar el apego por las pautas clásicas.
En el campo de la arquitectura, la construcción más impresionante del periodo es la Basílica de San Pedro, la cual sustituye a la anterior basílica paleocristiana. Su edificación tardó más de cuarenta años, durante los cuales desfilaron diversos arquitectos: Bramante, Rafael, Miguel Ángel y Maderno, siendo los dos últimos quienes culminaron el trabajo. No obstante, destaca por encima de todos Miguel Ángel, figura representativa en arquitectura, escultura y pintura, quien fue el diseñador y constructor de la impresionante cúpula de 42 metros de diámetro que corona la obra.
Además, Miguel Ángel también construye la original escalera de la Biblioteca Laurentina de Florencia.
En la escultura, Miguel Ángel es autor de diversas obras maestras. Sobresalen principalmente "La Piedad", "El David" y la tumba de Julio II.
La pintura del cinquecento contó con tres grandes exponentes: Miguel Ángel, Leonardo da Vinci y Rafael. El primero fue el encargado de pintar los frescos de la Capilla Sixtina y el Jucio Final en la misma; da Vinci, hombre inquieto que se desarrolló también como escritor, ingeniero, anatomista, entre otras, creó numerosas obras, de las cuales destacan "La Virgen de las Rocas", "La Última Cena" y "La Gioconda". Por último, Rafael se dedicó principalmente a representar a las Madonnas (vírgenes) y pintó también "La escuela de Atenas".
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