sábado, 16 de mayo de 2009

Arte renacentista: El quattrocento

El Renacimiento es el periodo histórico surgido en los siglos XV y XVI, caracterizado principalmente por el resurgir de la Antigüedad clásica griega y romana, de la cual adoptan los cánones de belleza, simetría y proporción en todas las manifestaciones artísticas. Por ser un periodo tan extenso y prolífico, para su estudio lo dividiremos en dos: el quattrocento (siglo XV) y el cinquecento (siglo XVI).

La arquitectura del quattrocento presenta un cambio muy radical de las construcciones medievales. Se utilizan elementos construuctivos provenientes de la Antigüedad clásica, y se utiliza principalmente la perspectiva geométrica. Filippo Brunelleschi, destacado arquitecto y escultor, construye en ese entonces la cúpula de la Catedral de Santa Maria dei Fiori, en Florencia, una obra con un diámetro de 42 metros. También crea la Iglesia de San Lorenzo.


Cúpula de la Catedral de Santa Maria de Fiori


Interior de la cúpula de Santa Maria de Fiori

En el quattrocento, el cuerpo humano recobra un papel fundamental en la escultura. Éste es una fusión de la inspiración clásica con el naturalismo gótico, lo cuaal genera tipos humanos sometidos a los cánones clásicos e idealizados. Los escultores se preocupan por las proporciones, la belleza de los cuerpos humanos, la anatomía, los sentimientos y las pasiones. Destaca principalmente Lorenzo Ghiberti, creador de los relieves del Baptisterio de Florencia, y Donatello, con "San Marcos".


Puertas del Baptisterio de Florencia, de Ghiberti


San Marcos, de Donatello


La pintura, por su parte, se preocupa por resolver diversos problemas técnicos: perspectiva, luz, proporción, composición. Se caracteriza por su originalidad y el interés en represenrar la vida real. Podemos considerar como grandes pintores a Masaccio ("Madonna con el niño", "La Trinidad"), Sandro Botticelli ("El nacimiento de Venus", "La primavera"), Fra Angélico ("La Anunciación") y Andrea Mantegna ("Cristo muerto").


El nacimiento de Venus, de Botticelli


La primavera, de Botticelli


Madonna con el niño, de Masaccio


La Trinidad, de Masaccio


La anunciación, de Fra Angélico


Cristo muerto, de Mantegna

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