Arte islámico

El Islam es una religión monoteísta fundada en Arabia en el siglo VII por Mahoma. Esta civilización fue poseedora de una gran riqueza cultural, puesto que aglutinó todas las influencias de los pueblos que había conquistado bajo una misma religión. Por ende, la producción artística islámica es sumamente rica y variada.

En la arquitectura, los edificios más importantes son dos: la mezquita y el palacio. La mezquita se considera el edificio más original del arte islámico. Es el lugar donde se reúnen los creyentes para orar, siguiendo las indicaciones del Corán. Destacan aquí la mezquita de Córdoba, la de Damasco, la de Omar, entre otras.

Exterior de la Mezquita de Córdoba

Fachada de la Mezquita de Córdoba


Interior de la Mezquita de Córdoba


Interior de la Mezquita de Córdoba



Mezquita de Omar

En cuanto a los mausoleos, son de gran relevancia dos: El Mausoleo Humayrán y el Taj-Mahal.

Mausoleo Humayrán

Taj Mahal

Por último, palacios importantes son el de Medina Zahara y el de la Alhambra.

Interior del Palacio de la Alhambra

El pueblo islámico no desarrolló la escultura ni la pintura, puesto que su religión le prohibe hacer representaciones humanas que puedan convertise en objeto de culto. Sin embargo, esto no quiere decir que se hayan quedado artísticamente rezagados; por el contrario, desarrollaron un arte alternativo para compensar la falta de imágenes: la cerámica. Su gran innovación en esta rama fue el brillo o reflejo metálico a base de sales de plata. Así fue como se crearon las losetas de la mezquita de Sidi Ocba en Kairuán, entre otros objetos.

Jarros de cerámica islámica de Cartagena


Azulejos de cerámica islámicos